Una iniciativa de la Asamblea de Tokio para restringir la venta de cómics con escenas sexuales que impliquen a menores ha levantado una polvareda en el mundo del manga y los foros japoneses de internet.
En el anime y el manga, símbolos por excelencia de la cultura "pop" de Japón, es habitual representar a chicas de apariencia aniñada con sugestivas minifaldas y grandes escotes, en viñetas que a menudo tienen una carga sexual más o menos velada.
El próximo viernes la Asamblea que lidera el alcalde conservador de Tokio, Shintaro Ishihara, debatirá la polémica ordenanza, que de ser aprobada prohibirá que los cómics y el anime en cuestión se vendan a menores de 18 años en la capital japonesa.
El proyecto ha suscitado un encendido debate entre los dibujantes y en foros de internet, donde los aficionados hablan de censura y consideran que la iniciativa contiene una definición de "menor de ficción" que es demasiado vaga. De aprobarse el texto, los personajes de manga tendrán que demostrar claramente que son mayores de edad.
La propuesta afecta a cualquier personaje de manga o anime que pueda ser percibido como menor de 18 años por su "edad, vestimenta, accesorios, grado escolar, el escenario en el que se encuentre, la edad de otros personajes o su voz". Esos personajes de anime no podrán "estar implicados" o "aparentemente implicados" en actividades que sean "o parezcan" sexuales, o que "impidan el desarrollo de facultados sexuales sanas en los jóvenes".
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